Contar la historia de tu vida consiste en dejar ver cómo te has construido. Un striptease arquitectónico donde enseñas fotos del solar, los planos y alguna que otra chapuza.
La masculinidad también se construye. Por ejemplo cuando tu padre te dice irónicamente que «vas pa´ torero» porque te dan miedo los perros, o cuando tu madre te dice que sueltes la escoba porque «se te va a caer el pito».
Hay muchas partes de lo que llamamos identidad que difícilmente se pueden explicar con palabras. Las encarnamos igual que determinadas relaciones de poder. Por eso bailamos esta historia y, por eso mismo, también le hacemos al público las mismas preguntas que nos hemos hecho sobre quienes somos.
Luis R. Lorite
«Huir del formato charla, clase magistral o ponencia de autoridad, generando un formato discursivo más ligero, cualidad imprescindible, para movilizar significados y romper con los lugares comunes asentados en el imaginario colectivo que desvinculan las masculinidades de la cultura de los cuidados.»
Luis R. Lorite
“Debemos abordar el rechazo que genera el cuidado en la sociedad. Ha sido y es una carga que ha caído como una losa sobre las mujeres, limitando sus libertades, pero a la vez el cuidado es fundamental para todas las personas, desde la infancia hasta la última etapa de nuestras vidas. Redistribuir el cuidado, introduciendo también en el reparto a las administraciones públicas, es necesario pero insuficiente si no abordamos la creciente Casafobia”
Sylvia Jaén, Viceconsejera de Igualdad y Diversidad